El Programa Silencio aplicado al dolor crónico está basado en los programas MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction), el Entrenamiento de la Atención occidentalizado de la filosofía Advaita, investigaciones actuales sobre neurofisiología del dolor, terapia de aceptación y compromiso, la psicología sobre la inteligencia emocional y el cambio de hábitos y mi propia experiencia como fisioterapeuta. Adicionalmente completamos el programa con recomendaciones dietéticas aplicadas y el uso del descanso y el ejercicio adaptado.
1.- Experimentarás el Silencio y aprenderás a calmar tu mente a través de la meditación para poder usarla, con técnicas específicas, en el manejo del dolor y sus complicaciones.
Mediante ejercicios prácticos descubrirás herramientas útiles que te ayuden a regular tus emociones en los momentos más desafiantes y romper el bucle de los hábitos nocivos que añaden más sufrimiento a la experiencia.
2.- Te explicaré las claves para poder entender los patrones de dolor y poder deducir su origen, qué parte es dolor de base y cual añadida por tí.
Te replantearás tu paradigma del dolor, tu historia, tu narrativa y tus creencias debilitantes y te retaré a redescubrir tus propios recursos.
3.- Ajustarás tu dieta, tu actividad física y tu descanso mediante un Reto de 21 días en el que experimentarás de primera mano cuanto pueden hacer por tí.
4.- Haremos un reencuentro online a las 4 semanas de puesta en común, para reafirmar los beneficios y mantenernos motivados.
Entender los procesos es determinante para poder establecer el mejor plan de acción. Por mi propia historia ésta ha sido una de mis grandes obsesiones. Durante el programa te daré las claves para que puedas entender tu propio proceso, pero no podré hacerte una valoración personalizada en profundidad o usar herramientas diagnósticas como la ecografía.
En el dolor pueden coexistir diferentes causas relacionadas con daño o no en un tejido, digestivas, metabólicas, psicoemocionales... y conocerlas te ayudará a saber cómo solucionarlas o incluso si hay una parte de dolor que debes asumir y aprender a manejar.
Si aún no tienes claro el origen de tu dolor o todas las cosas que pueden estar influyéndole y quieres que te ayude a identificarlas puedes contactarme personalmente a través del mail o WhatsApp que te dejo más abajo.
"Hace un tiempo estaba en un retiro de meditación, impartido por la que probablemente sea la persona más evolucionado en ése campo que yo haya conocido.
En una de las charlas relató un grave accidente que había padecido, que lo dejó varios días en coma y del que aún tenía secuelas.
Cuando acabó me resultó inevitable preguntar:
- Iván, una persona como tú en esas circunstancias, ¿sentía el dolor de las lesiones? y si es así, ¿cómo lo manejabas?
Me miró medio sorprendido por la pregunta y me respondió:
- Mientras entraba en meditación el dolor desaparecía por completo. No había nadie a quien dolerle. Podía sentir la energía fluyendo por los "Nadis" (terminología Indú) y cómo estimulaban mi recuperación. El resto del tiempo la sensación física estaba, pero sólo era una sensación, no la podría definir como dolor. Era un duele... pero no ME duele.
Con lágrimas en los ojos, para sorpresa de la mayoría de los que lo conocían desde hace tiempo, describió lo impactante de algunos aprendizajes profundos que aquella situación le había propiciado.
Fue una buena lección que mas tarde nos enseñó a llevar a la práctica."
Juan